Una actuación así, de las más flojas durante los últimos meses, obliga a revisar casi todo en el aspecto deportivo. Si Karrantza no revierte la tendencia, penará con su descenso en la temporada por venir. ¿Por dónde empezar? 1) Compromiso del plantel para sacar la mayor cantidad de puntos en ocho fechas decisivas. 2) Designación de un equipo estable, fijo durante 5 partidos como mínimo, probado bajo presión. 3) Recuperación de jugadores: que jueguen sólo cuando se encuentren en la plenitud de sus condiciones físicas. 4) Renovación del plantel con énfasis en los jugadores del banco, sin liquidar buenos proyectos al primer tropezón haciéndolos jugar donde no pueden.
En una situación como la actual, sin riesgo de descenso por el momento, Karrantza genera uno o dos escándalos cotidianos (descontemos las expulsiones). Así como peleamos la promo el año pasado, los dirigentes deben lograr una disciplina interna que permita competir sin soportar turbulencias en cada viaje. Hay responsabilidad del entrenador, pero las máximas autoridades son los referentes. Si en vez de mandar cada uno se excusan marcando errores en los compañeros, se complica de verdad.
Será difícil jugar un PT peor, sin tenencia de pelota, sin decisión para recuperarla, frente a un adversario que no es una maravilla... El equipo fue superado desde el inicio, le entraron por los costados, nunca llegó en forma asociada. Fue perjudicial el estado del medio, pero aun asi Karrantza había hecho mejores papeles (tampoco demasiados: Zurriola, Bietan Jarrai, Der Bohrer pese a la derrota...). Ni siquiera quedan ganas de quejarse por otro clásico arbitraje que dejo pegar, incluida una piña a la nuez del 5. Tras el 0-1, un poco por empuje desesperado y bastante por retroceso del Bayer que jugaba con 10, pareció parejo, aunque el empate siempre resultó una quimera. Ale mostró agilidad, reflejos y valentía, una noticia positiva. Pero luego de la 2da roja rival el K se desesperó siguió con su empuje impotente (con dos mas no generamos “1” situación de gol) y de contra nos volvieron a vacunar, en una pelota que Mauro Uria tenía controladísima y que sin entender porque Gaston Alvarez barrio todo lo que había a su alcance y le entrego la pelota al punta rival para que solo con Alejandro toque al medio y defina el volante que llegaba. Habra que hacer mucha autocritica, levantar la moral sobre todo, porque los guerreros pasaron por cosas peores, habrá que pensar en ganar todo lo que queda para aspirar a una minima chance en la promo, pero también empezaremos a estar con el ojo en la espalda, porque no se pueden dar lujos, estamos a 4 de la cola de la tabla y hay que sumar de manera inmediata. Karrantza no hace mucho fue un equipo difícil, de esos que se respetan. Hoy estamos perdiendo nuestro respeto, no porque el rival no lo conozca, sino porque estamos dando una imagen interna, que demuestra un plantel totalmente dividido, en el cual no hay fe entre los jugadores y ninguno espera algo a cambio del otro. Cada cual cuida su culo, y hay que empezar por esta parte habrá que dar vuelta la historia y tirar todos para el mismo lado. Acá lo único que importa es Karrantza muchachos.
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